Tal como lo leen, en este artículo, van a descubrir qué debemos comer para activar nuestro metabolismo, ser más sanos y por ende, ¡perder mucha grasa!
En esta primera parte te diré qué es lo que debes comer y la segunda parte te explicaré cómo hacerlo. ¡Estoy ansiosa de comenzar!
El agua, tu mejor aliado contra la grasa.
La gente siempre busca esa pastilla quema grasa o esa poción milagrosa que les hará perder esos kilos de más; pero, lo más efectivo que puedes consumir si quieres perder peso, es gratis!
Estoy hablando de una sustancia sin la cual moriríamos, literalmente, y que asumimos que siempre estará ahí. El agua!
El líquido más puro que nuestro cuerpo ansían. Y tiene total sentido porque al final de todo: nuestro cuerpo está hecho de agua en un 70%
Compensa nuestros pulmones, nuestra sangre, nuestros órganos y músculos. Y todas esas partes del cuerpo que vamos a necesitar para quemar la grasa.
Y para que todo esto funcione, para que nuestros cuerpos funcionen eficientemente y obtener esos resultados que tanto deseamos; necesitamos asegurarnos que tenemos un suministro de agua limpia y fresca en nuestros cuerpos cada día.
No es un secreto. Todos sabemos que es buena para nosotros. Sabemos que tenemos que beberla. Pero aun así, no lo hacemos. A veces, llenamos nuestros cuerpos de cualquier otro tipo de bebidas.
Así que para que de una vez sepas la importancia del agua… voy a decirte porque necesitas escogerla como tu bebida preferida:
Razón #1: Contiene 0 Calorías
Cuando comiences a reemplazar los refrescos por agua, te ahorrarás todas esas calorías para utilizarlas en comidas deliciosas, sin perder esa oportunidad en una sola bebida azucarada que no tiene ningún valor nutritivo.
Además que con el agua, puedes beber cuanto quieras, tan seguido como quieras, sin preocuparte de que va a terminar en tus abdomen en forma de grasa.
Razón #2: La Deshidratación Arruina Tus Entrenamientos
Para obtener lo máximo posible de cada entrenamiento, necesitas hacerlo bien hidratado. Mientras mejor entrenes, mejor son tus resultados. Bueno, el agua juega un importante papel en darle combustible a tus músculos.
Razón #3: La Deshidratación Te Da Hambre
Otra razón por la que debes beber más agua es para ayudar a eliminar los antojos de comida. Como ves, cuando estas deshidratado, tu cuerpo envía señales para obtener tu atención.
El problema, es que las señales que envía se confunden por señales de hambre y ahí es cuando comenzamos a pensar en la comida. Como la comida contiene agua, la sensación de hambre puede que sea tu cuerpo pidiendo a gritos que le des agua.
Obviamente cuando estas tratando de perder peso, y constantemente sientes hambre, te verás tentado y eso te llevará al fracaso. Así que antes de que comiences a comer sin control, llena un vaso de agua y ve si esa sensación de hambre se satisface.
Razón 4: Elimina Las Toxinas
Al adaptarnos a estos cambios alimenticios, estamos eliminando todas esas toxinas peligrosas que hemos acumulado. Esas toxinas pueden causar estragos en tu cuerpo, como trastornos de tu piel y tracto gastrointestinal, arruina tu fertilidad, y hasta tu manera de pensar claramente.
También te suben los niveles de grasa corporal. Estas toxinas se almacenan en tus células de grasa. A pesar de que tu cuerpo las liberará durante tus entrenamientos, no lo hará por completo. Tu cuerpo solo liberará cuantas células crea necesario eliminar del sistema a través de tu sudor y orina.
Pero para eliminarlas, necesitas agua. Mientras más agua bebas, más toxinas eliminas, ¡y más grasa perderás! Esto es muy importante para obtener los resultados que deseas.
Aquí hay algunos consejos:
Primero, si no estás acostumbrado a beber agua, si estás acostumbrado a beber refrescos o té, a lo mejor puede que extrañes el sabor de esas bebidas. ¡Pero el agua no tiene que ser sin sabor! Puedes agregarle un poco de lima o limón. No solo le agregas sabor, si no que también le agregas nutrientes y minerales.
Luego, ¡compra una botella! Es más fácil obtener la cantidad correcta de agua en el sistema cuando la tienes contigo todo el tiempo.
Come proteína; repito, ¡come proteína!
Cuando de perder peso se trata, la proteína es unas de las herramientas más poderosas que debes de tener en tu arsenal.
Es un nutriente esencial que tu cuerpo utiliza para mantener cada una de sus células. A parte del agua, la proteína forma la mayor parte de tu cuerpo, por peso (tenemos alrededor de un 16% de proteína en nuestro cuerpo). Es el elemento esencial que compone nuestros huesos, sangre, piel, músculos, cartílagos, cabello y uñas.
La proteína se utiliza para construir y reparar tejido, manteniéndonos sanos y permitiendo que nos recuperemos del entrenamiento. ¡Nos hace más fuerte y nos ayuda a desarrollar ese músculos que nos hacen ver tonificados!
Ahora que sabemos lo que hace, vamos a hablar de cómo vamos a incluirlo en nuestro plan alimenticio.
Las proteínas están hechas de compuestos llamados aminoácidos. Hay 22 tipos de aminoácidos y tu cuerpo los necesita todos para funcionar de manera apropiada. Estos aminoácidos se separan en dos grupos: esenciales y no esenciales.
Los 8 aminoácidos esenciales no pueden ser producidos por nuestro cuerpo. Así que necesitamos proporcionárselos con la comida.
Los 14 aminoácidos no esenciales se producen en nuestro cuerpo, siempre y cuando se los proporcionemos con los nutrientes correctos.
Los dos son importantes, tanto que, te sugiero consumirlos en cada comida.
Existen dos tipos de proteína: completa e incompleta. Completa significa que contiene los 8 aminoácidos esenciales. Incompleta es que le falta uno o más aminoácidos.
La mayor parte del tiempo, fuentes completas de proteínas provienen de los productos animales. Por esta razón, la gente se refiere a ellos como “proteína animal.” Fuentes de proteína completa incluye:
- Carne
- Pescado
- Pollo
- Huevos
- Yogurt Griego
- Polvo de Proteína de Suero
Ahora, tenemos las proteínas incompletas. Estas son conocidas como proteínas vegetales, ya que la mayoría proviene de los vegetales. Como dije antes, a estas les hace falta uno o más aminoácidos… ¡pero no quiere decir que no sean importantes!
Algunas fuentes de proteína incluyen:
- Granos
- Frutos secos
- Frijoles
- Semillas
- Guisantes
Comer proteínas ayuda a deshacerte de la grasa quemando calorías. Ya que a tu cuerpo, le toma mucha energía digerirlas. Aunque contienen 4 calorías por gramo… ¡tu cuerpo quemará el 30% de estas calorías solo en el proceso de la digestión!
Las proteínas te llenan tanto, que no necesitas comer mucho para sentirte satisfecho.
Por eso es importante consumir proteínas a menudo… llenarnos con pocas calorías nos permite bajar de peso sin sentirnos hambrientos. Así que asegúrate de consumir proteínas en cada comida.
Ahora, tenemos los carbohidratos, de los cuales aprenderás que no son tan malos como los hacen ver.
Elige los carbohidratos adecuados.
Cuando de perder peso se trata, siempre hay mitos que se propagan como el fuego y se vuelven tan conocidos a nivel mundial que la gente los cree.
Uno de los mitos más poderosos es que tienes que evitar los carbohidratos a toda costa.
Con toda esa propaganda sobre dietas bajas en carbohidratos, lo hacen ver como que engordarás solo viendo un pedazo de pan.
Bueno, estoy aquí para decirte que no es verdad. Y que eliminar los carbohidratos de tu dieta es el extremo.
Como ves, los carbohidratos son la fuente principal de nutrientes para tu cuerpo. Tu cuerpo utiliza carbohidratos como un recurso de energía. Cuando digieres los carbohidratos, tu cuerpo los descompone en glucosa. Esta glucosa es utilizada por tus células, tejidos y todos tus órganos almacenándose en tu riñón y músculos hasta que la necesites.
En definitiva, necesitas consumir carbohidratos en tu dieta. Sin ellos, no tendrás la suficiente energía que necesitas para disfrutar de tus rutinas de ejercicios.
Para poder recibir los beneficios de cada carbohidrato, tienes que comer el indicado a la hora correcta.
Te explico el por qué:
Los carbohidratos se dividen en dos grupos: simples y complejos.
Los Carbohidratos Simples proporcionan una explosión de energía. Están hechos de azúcares llamada glucosa que tu cuerpo utiliza para la energía. Desafortunadamente, no nos proporcionan ningún nutriente vital. Muchos carbohidratos simples se encuentran en comidas que han sido procesadas y refinadas.
Carbohidratos simples suben tu nivel de azúcar ya que se digieren rápidamente. Esto hace que tu cuerpo libere la insulina, para eliminar todo el azúcar liberado en el torrente sanguíneo. La rápida liberación de insulina hace que el azúcar se almacene como grasa.
Algunos ejemplos de comidas que contienen carbohidratos simples son:
- Frutas
- Leche y Productos Lácteos
- Yogurt
- Azúcar común de mesa
- Jugo de Fruta
- Caramelo
- Pastel/Ponqué
- Harina Blanca (Pasta, Pan, Alimentos Horneados)
- Refrescos
- La Mayoría de los Cereales de Caja
Como puedes ver, a parte de la fruta, estas no son las comidas más sanas, por eso recomiendo que te mantengas alejado de ellas.
Luego, tenemos los carbohidratos complejos. Estos incluyen pan integral, vegetales y legumbres (lentejas y frijoles). Estos recursos son los que proporcionan una energía más constante y prolongada, permitiéndote mantener tus niveles de energía estables y tu hambre satisfecha por más tiempo. También están llenos de más nutrientes y minerales que los carbohidratos simples.
Pero este grupo de carbohidratos complejos puede ser dividido mucho más. Hay dos tipos de carbohidratos complejos: almidonados y fibrosos.
Los carbohidratos almidonados, consisten en almidón, que es descompuesto por el cuerpo y se convierte en azúcar simple. Varios ejemplos de estos carbohidratos incluye:
Pan integral, arroz integral y salvaje, trigo, garbanzos, frijoles, lentejas, pan integral, avena, papas.
Si quieres utilizar los carbohidratos almidonados como fuente de energía. Deberás de comerlos en el desayuno y almuerzo para proporcionarte la energía necesaria para el resto del día. Lo malo de comer carbohidratos almidonados es que contienen muchas calorías. Debes evitarlos en la tarde y noche para que el azúcar no se almacene como grasa.
El segundo tipo de carbohidratos complejos son los carbohidratos fibrosos. Estos carbohidratos compondrán la parte más importante de tu rutina alimenticia. Están llenos de nutrientes, y son bajos en calorías, lo que significa que puedes comerlos MUCHO, comerlos hasta que estés lleno (a cualquier hora del día),sin preocuparte de engordar.
Algunos ejemplos de carbohidratos fibrosos son todos los vegetales verdes, manzanas, toronja, fresas.
La fibra que estas comidas contienen es sumamente importante para mantenerte delgado y saludable. El hecho de que contengan tan pocas calorías, significa que puedes comerlas en grandes cantidades para controlar el hambre.
Pero los beneficios van más allá de eso. La fibra se ha demostrado que baja los niveles de colesterol en la sangre y previene y mejora la constipación. Funciona como el ayudante de tu sistema digestivo, destruye las toxinas y las elimina de tu cuerpo.
Según la Doctora Joanne Slavin, investigadora sobre la obesidad en la Universidad de Minnesota, el consumo en grandes cantidades de fibra puede ayudar a regular la glucosa en la sangre y los niveles de insulina (recuerda, la liberación rápida de insulina lleva a la almacenamiento de grasa). Esto explica porque la gente que ingiere más fibra tiende a pesar menos y son menos propensos a no engordar.
Ahora que sabemos esta información, vamos a consumir vegetales fibrosos en cada comida. Nuestros cuerpos nos lo agradecerán.
Dile sí a las grasas.
Otro mito que se dice por ahí es que cuando comes grasa engordas.
Tal como el mito de los carbohidratos, este ha estado saboteando la pérdida de peso de las personas por años. ¡No es cierto!
¿De qué crees que está compuesto el cerebro? A lo mejor te sorprenderás el saber que nuestros cerebros están compuestos de 2/3 de grasa y que necesita una dosis saludable de grasa para que pueda funcionar correctamente.
Sin las grasas apropiadas en nuestra dieta, es difícil mantener un estado de ánimo saludable. Ha habido estudios donde una dieta baja en grasa está asociada al riesgo de depresión.
Un estudio publicado en la revista British Journal of Nutrition siguió a un grupo de personas a dieta que se cambiaron a una dieta baja en grasa. ¡Y descubrieron un incremento de un 25% en depresión y hostilidad!
Otro estudio conducido en el Centro Médico de la Universidad de Maryland descubrió que la deficiencia de grasas saludables puede causar cambios en el estado de ánimo y depresión. También descubrieron que las grasas juegan un importante papel y que estas estimulan la piel y el crecimiento del cabello, mantienen la salud en los huesos, regulan el metabolismo, y mantienen el sistema reproductivo en buen estado.
Todo suena bastante importante, ¿verdad? Pero hay tantas personas que ponen su salud en riesgo por seguir los malos consejos que han leído en las revistas. En caso de que aun no hayas entendido, te voy a explicar.
¡Necesitas grasa en tu dieta para mantenerte saludable!
Las grasas nos proporcionan energía y nos permiten absorber y utilizar sus vitaminas. Las grasas ayudan a mejorar el cabello, piel y uñas; mantienen nuestro estado de ánimo balanceado y a nuestros cerebros funcionando correctamente.
Pero necesitas saber, no todas las grasas son iguales. Mientras las grasas saludables nos traen los beneficios increíbles de los que hemos estado hablando, las grasas no saludables pueden causar problemas en la salud.
Hay dos tipos de grasas: saturadas e insaturadas.
Las grasas saturadas son generalmente poco saludables y se encuentran en la mayoría de los productos animales y lácteos. Grasas saturadas se pueden encontrar en:
- Cortes de carne altos en grasa (res, cordero, cerdo)
- Pollo con piel
- Productos lácteos enteros
- Mantequilla
- Queso
- Helado
- Manteca
El colesterol alto, ha sido vinculado con el consumo masivo de estas grasas, lo cual nos puede llevar a sufrir un ataque del corazón, infarto y apoplejía. Te sugiero que limites el consumo de grasas saturadas.
En cambio, vas a comer grasas insaturadas. Esas son las que proporcionan todos los beneficios de los que hablamos anteriormente. La mayoría de las grasas insaturadas provienen de pescados y vegetales.
Son esenciales para nuestra salud. Nuestros cuerpos no pueden producirlas naturalmente. Deben de ser proporcionadas a través de las comidas que consumimos.
Estas grasas saludables tienen un papel importante en la pérdida de peso ya que nos mantienen saludables y funcionando apropiadamente.
Algunos ejemplos de donde podemos conseguir las grasas saludables son:
- Aceite de oliva, canola, girasol, maní(cacahuate) o de sésamo
- Aguacates (palta, avocado)
- Aceitunas
- Frutos secos (almendras, manís, avellanas, nuez de macadamia, pecanas, castañas)
También se pueden encontrar en:
- Aceite de Soja, de Maíz o de Cártamo
- Nueces de Castillas
- Semillas de Sésamo y Girasol
- Semillas de Lino o Linaza
- Pescado graso (salmón, atún, caballa, arenque, trucha, sardinas)
- Tofu
En el próximo artículo, vas a descubrir exactamente cómo incorporar en tu nueva alimentación estas grasas, proteínas y carbohidratos saludables que hemos aprendido.
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